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La oxidación es uno de los problemas más comunes en vehículos con más de 10 años de uso. Afecta tanto la estética como la estructura del auto, pudiendo reducir su vida útil y su valor. A continuación, te compartimos algunos consejos prácticos y fáciles de entender para prevenirla y mantener tu vehículo en buen estado.
1. Lava el vehículo con regularidad
El lavado frecuente es una de las mejores maneras de evitar la acumulación de suciedad, sal y otros contaminantes que favorecen la oxidación. Presta especial atención a:
- Bajos del auto: Son áreas donde se acumula barro y humedad.
- Ruedas y pasos de rueda: Tienden a retener sal en climas fríos o costeros.
Usa agua limpia y jabón para autos, y seca bien el vehículo para evitar que quede humedad en las superficies.
2. Aplica una capa de cera protectora
La cera forma una barrera protectora contra el agua y otros elementos que pueden dañar la pintura. Se recomienda encerar el vehículo al menos dos veces al año, o más si vives en zonas húmedas o cerca del mar.
3. Inspecciona la pintura y repara pequeños daños
Los rasguños y las astillas en la pintura son puntos de entrada para la oxidación. Realiza inspecciones periódicas en busca de:
- Arañazos: Aunque sean pequeños, cúbrelos con pintura para retoques.
- Astillas o burbujas: Indican que la pintura está fallando y es importante repararlas.
Si encuentras áreas más grandes con daños, acude a un taller especializado.
4. Protege los bajos del vehículo con anticorrosivos
Los bajos del auto están más expuestos a salpicaduras, barro y humedad, lo que los hace más propensos a oxidarse. Aplicar un recubrimiento anticorrosivo, conocido como «undercoating», es una excelente forma de proteger estas partes críticas.
5. Evita estacionar en lugares húmedos
El ambiente juega un papel importante en la prevención de la oxidación. Intenta:
- Estacionar bajo techo: Protege el auto de la lluvia y el rocío.
- Evitar estacionar sobre pasto o tierra: Estas superficies generan más humedad que puede dañar la parte inferior del vehículo.
Si no tienes un garaje cerrado, considera usar una funda para autos de calidad, preferiblemente una que sea impermeable y transpirable.
6. Controla el drenaje del vehículo
Los desagües de las puertas y el parabrisas permiten que el agua salga, evitando que quede atrapada y cause corrosión. Inspecciónalos para asegurarte de que no estén obstruidos por hojas o suciedad.
7. Presta atención a los climas extremos
- En invierno: La sal usada para derretir el hielo en las carreteras es altamente corrosiva. Lava el auto más seguido durante esta temporada.
- En zonas costeras: El aire salino es enemigo de la carrocería. Incrementa la frecuencia del mantenimiento si vives cerca del mar.
8. Haz mantenimiento preventivo constante
Llevar el auto a una revisión periódica puede prevenir que pequeños problemas de corrosión se conviertan en grandes daños. Los talleres especializados cuentan con productos y herramientas para eliminar óxido y proteger las superficies.
Con estos consejos, puedes mantener tu vehículo libre de óxido por más tiempo y prolongar su vida útil. Recuerda que la clave está en la constancia y la prevención. ¡Cuidar tu auto es una inversión en seguridad y durabilidad!